Qué bueno que acudamos a Dios en estos
momentos, pero muy bueno sería que en estos tiempos de crisis no hagamos algo
por los meros impulsos que nos gobiernan ¿te has preguntado qué tan sincera es
tu relación con alguien cuando surge en momentos de angustia, desilusión,
desesperanza o miedo? Es claro que en estos momentos han aumentado las
profesiones de fe manifiestas en mensajes, memes, demandas, religiosidad
popular, etc., pero también es una buena época para los cazadores de estas
personas que no dudan en crear mensajes que llenan de seguridad falsa a quienes
acuden a las religiones por miedo, necesidad de control, terapia y otras
razones muy humanas pero que hacen de la religión solo una forma de hacer
terapia y mantener el control de masas.
Qué bueno es acudir a Dios pero al salir de ese
encuentro que otorgan los rituales, permanece en Él ¿de qué nos sirve asistir a los mil ritos de nuestras
religiones si a la final, terminada la terapia volvemos con las personas para
ser igualmente crueles e inhumanas? ¿Qué sentido tienen unas creencias que no
cuestionan? Mucho, pero nada de eso es realmente trascendental o permite la trascendencia
de los seres humanos, solo mitiga, ayuda a generar un punto de escape. Qué
bueno es acudir a Dios, pero al hacerlo un punto de escape ¿en verdad lo
buscamos a Él? Y dispénseme si lo uso un lenguaje en masculino, pero es solo un hábito de
crianza.
Temo por las personas y sus susceptibles mentes
en estos tiempos de crisis, hay líderes genuinamente sinceros que buscan
edificar con sus creencias, pero otros no siempre inocentes, es la oportunidad de
proyectar sus propios discursos, discursos de odio, segregación, y
empoderamiento, una necesidad de controlar no solo cuerpos sino bienes a través
de su “mesianismos” y “apocalipsismos”, extremando sus literalismos e
interpretaciones muy personales de cómo y qué debemos vivir, es un tiempo en
que la soledad, el existencialismo y las crisis emocionales nos pueden llevar a
caer en sus manos y doblegar nuestra voluntad; pero con todos estos riesgos es
bueno a acudir a Dios.
Mi breve consejo es que fortalezcas tu relación
con Dios, no solo para ponerlo a trabajar o como escudo frente al virus que se
extiende en esta pandemia, no, búscalo sinceramente, pero no lo conviertas en
el terapeuta solamente, Dios (de nuevo me disculpo por simplificarlo con un
género), es un excelente aliado, amigo, sabrá protegerte y aunque deban correr
tus lágrimas le dará un sentido al dolor; fortalece una buena relación con Dios
para estar bien si te toca encontrarte con Él o bien seguir viviendo para
ayudar a muchas personas que ya lo están necesitando.
De mi parte a ustedes, quienes lean este block,
les deseo desde mis concepciones religiosas, pues es lo que tengo, que su salud
este bien, que atravesado este momento salgan no solo con más fuerza sino con
más brío. La Tierra descansa un poco de nuestra especie, lo necesitaba,
reconozcámoslo, esperemos que terminada la pandemia, podamos relacionarnos
mejor con ella y entre nosotrxs.
José Ramiro Velásquez G.
Josue3475