miércoles, 4 de marzo de 2009

ORACIONES


DEL SALMO 91
El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y todo poderoso, dice al Señor: “Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios en quien yo confío!”

Solo tú puedes librarme de trampas ocultas y plagas mortales, pues me cubrirás con tus alas y bajo ellas estaré seguro. ¡Tu fidelidad me protegerá como un escudo!

No tendré miedo a los peligros nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día, ni a las plagas que llegan con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno solo; pues mil caerán muertos a mi izquierda y diez mil a mi derecha, pero a mi nada me pasará. Solamente lo abre de presenciar: verás a los malvados recibir su merecido.

Ya que he hecho del Señor mi refugio, del Altísimo mi lugar de protección, no me sobrevendrá ningún mal, ni la enfermedad llegara a mi casa; pues Él mandará que sus ángeles me cuiden por donde quiera que vaya.

Me levantará con sus manos para que no tropiece con piedra alguna. Podre andar entre leones, mounstros y serpientes.

Tú me pondrás a salvo, fuera del alcance de todos, porque Tú me amas y me conoces. Cuando te llamo tu me contestas, ¡Tú mismo estas conmigo! Me libras de la angustia y me colmaras de honores; me harás disfrutar de una larga vida: ¡me harás gozar de mi salvación!

DEL LIBRO ESTILO Y VIDA DE LOS GUIAS
ANAWIN

¡Señor hazme humilde! Que no me avergüence de mi mismo, ni me entristezca; que no conozca complejos de culpa ni mendigue autocompasión; que no me perturbe ni me encolerice y devuelva bien por mal; no me busque a mi mismo y viva vuelto hacia los demás.
¡Sea capaz de perdonar y cierre las puertas al rencor!

Un día y otro día hazme humilde, permíteme estar ante todas las miradas, vestido de dulzura y paciencia, mansedumbre y fortaleza, suavidad y vigor, madurez y serenidad.
Siempre habite permanentemente en la morada de la paz y las aguas de mis lagos interiores nunca sean agitas por las olas de los intereses, ansiedades pasiones o temores.

Las cuerdas de mi corazón pulsen al unísono, como melodías favoritas, los verbos desaparecer, desapropiarse, desinstalarse, desinteresarse.

Permíteme vivir retirado en la región del silencio y el anonimato. ¡Hazme humilde! Que respete todo, lo venere todo; no haya entre mis muros actitudes posesivas ni agresivas.
¡Hazme humilde! No juzgue, no presuponga, nunca invada el santuario de las intenciones. Sea sensible hasta sentir como míos los problemas ajenos, y mi estilo sea de alta cortesía.
En suma sea Capaz de tratar a los demás con la misma comprensión con la que me trato a mi mismo, y aun más.

Día y noche me dedique a cavar sucesivas profundidades en el vacio de mi mismo, a apagar las llamas de las satisfacciones, a cortar las mil cabezas de la vanidad, y por eso siempre duerma en el lecho de la serenidad.

¡Hazme humilde! Que no exista para mi el ridículo; nunca el temor llame a mi puerta; me tengan sin cuidado las opiniones ajenas; nunca la tristeza asome a mi ventana; para mi vivir sea soñar.
¡Hazme humilde! Nada desde dentro, nada desde afuera logre perturbar mi paz y siempre mire al mundo con ojos limpios.

¡Hazme humilde! Desprendido de mí y de mis cosas, lánzame de cabeza en el seno de la profunda libertad. Por eso una vez vaciado de mi mismo, permíteme vivir, libre de todo temor, en la estabilidad emocional de quien esta más allá de todo cambio… ¡Hazme humilde! Que el camino dela humildad siempre aterrice en la meta del amor.

EL SALMO 23

El señor es mi pastor, nada me falta. Me hace descansar en verdes prados, me conduce a tranquilas aguas, me da nuevas fuerzas y me lleva por caminos rectos haciendo honor a su nombre.

Aunque pase por el más oscuro de los valles no temeré peligro alguno, porque Tú, mi Señor, estas conmigo, tu vara y tu bastón me inspiran confianza.
Me has preparado un banquete frente a los ojos de mis enemigos; has vertido perfume en cabeza y has llenado mi copa a rebozar.

Tu bondad y tu amor me acompañan a lo largo de mis días, y en tu casa, Oh Señor, por siempre viviré.

DE CORINTIOS 13

¡Enséñame un camino mejor!
Si hablo las lenguas de los hombres y aun las de los ángeles, pero no tengo amor, no soy más que un metal que resuena o un platillo discordante. Y si hablo de parte de Dios, y entiendo sus propósitos secretos, y se todas las cosas, y si tengo la fe necesaria para mover montañas, pero no tengo amor, no soy nada.

Y si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y aun si entrego mi propio cuerpo para tener de que enorgullecerme, pero no tengo amor, de nada me sirve. Por eso yo te pido me enseñes ese camino, dame de ese amor que solo Tú enseñas y vives…

Enséñame ese amor que sabe soportar, enséñame a ser bondadoso y no tener envidia, ni ser presumido, ni orgulloso, ni grosero, ni egoísta; no permitas que me enoje o guarde rencor, nunca me alegre de las injusticias, sino de la verdad. Tenga ese amor para sufrirlo todo, creerlo todo, esperarlo todo, soportarlo todo.

No deje jamás de existir el amor, este amor, que solo Tú puedes enseñar; cuando ya los hombres dejen de profetizar, cuando ya no hablen en lenguas, ni los conocimientos sean necesarios que el amor perdure uniendo donde estas cosas imperfectas han divido.

Quizás sea yo siempre un niño, que ve como niño, quizás también sea ese adulto que razona y ve las cosas como adulto, reconozco veo las cosas borrosas, aun mas confusas que en un espejo y aunque espero de corazón ver las cosas tal cual son, solo te pido enséñame a amar como Tú, cada dia más.
Mi conocimiento es ahora imperfecto, espero conocerlo todo del mismo modo que me conoces Tú a mí; entre tanto te pido que hagas tres cosas permanentes en mí: la fe, la esperanza y el amor. De todas ellas perdureen mi por siempre el Amor que tu me enseñas.

Una duda. No aspiro a conocerlo todo, no se si sea posible conocerte completamente, este estrecho cerebro solo puede pedir que realices tu voluntad en mi, que perduren la esperanza, la fe y el amor para no dejar de buscarte a Ti.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

FALSA MORAL CON IMAGENES DE LATTER DAYS