miércoles, 17 de junio de 2009

PONENCIA REALIZADA EN EL MARCO DE DOS EVENTOS, UNO DEL CCDLGBT Y EL OTRO UN COLOQUIO DEL CUAL ADJUNTO PUBLICIDAD




HOMOERÓTICO Y CREYENTE, CREYENTE Y HOMOERÓTICO
PRIMER INFORME PÚBLICO.


Por José Ramiro Velásquez Guavita

Los grupos humanos actuales han llegado a un mínimo de acuerdos básicos desde los cuales se rigen, tácitos o explícitos permiten que cada sujeto tenga un mínimo de garantías para su existencia, esto idealmente. No se que tan evidente sea en cambio al afirmar que estas normas, estos acuerdos, estas leyes son derivadas de las prácticas tanto como rigen las prácticas sociales, que la preeminencia de uno u otro aspecto es un producto de los propios ámbitos culturales, históricos, sociales.

Pero no todos lo acuerdos son explícitos de esta manera y tampoco son producidos por eso que llaman Estado, de hecho es mas factible decir que cada creencia es productora de sus normas, sean explicitas o tacitas, que la negociación de unas producen otras, que muchas de estas creencias operan o son producidas por sujetos y grupos humanos que no tienen porque ser absolutos partidarios de las mismas, mas bien, que estarán cruzados por ellas de manera múltiple, subjetiva, cultural, socio histórica.

Al decir creencias me refiero a esto en un marco del creer, que como lo explica Fabián Sanabria refiere a cuando: “Los estudios sociales de las creencias no abordan exclusivamente el campo religioso, sino que se extienden a otros campos de la producción cultural: hablamos entonces de creencias políticas, religiosas, artísticas, ideológicas, del sentido común, etc. El creer desborda el campo religioso…”.

Así en el marco de este creer, la ética o la moral son también un producto de estas negociaciones y a pesar de ser un espacio idealizado no deja de estar expuesto a continuos vaivenes, propios del ser humano como productor de sociedades, cultura e historia; como productor de formaciones discursivas, es decir, prácticas, conocimientos y relaciones de poder. Es en este marco que me adentro en la investigación de un cruce que resulta para mi no solo interesante como investigador sino como persona, ciudadano, cristiano, etc., y son las “TRAYECTORIAS CRISTIANAS EN RELIGIOCIDADES DE HOMBRES HOMOERÓTICOS EN LA CIUDAD DE BOGOTÁ”.

A continuación y desde un marco preferentemente antropológico, intentare dar cuenta de algunos elementos que he encontrado durante mi proceso de investigación, que aproximadamente ya cubre tres años en diferentes asociaciones, espacios, ritos, ceremonias de diferentes congregaciones y denominaciones; así como de experiencias particulares de sujetos que he conocido en estos espacios y otros tantos, cuyas vidas, comentarios y experiencias aun estoy recopilando.

Proceso De Reivindicación

Existe un discurso de derechos humanos que promueven garantías como el derecho a la no injerencia arbitraria en la vida privada, familia, domicilio o correspondencia ni a los ataques a la honra o reputación, entre otros derechos consagrados en los artículos 13, 18, 19 y 20 que protegerían las libertades religiosas. También existe una constitución en Colombia que ya no se declara partidaria de una religión, protege la diversidad religiosa pero aun invoca la protección de Dios, además del actual decreto 311 del 2006, estos regulan la vida civil de un creyente en varios aspectos y garantizan unos mínimos de lo que llamamos igualdad.

Ya de por si este marco contradictorio que como ciudadanos nos acoge (por que un derecho parece ser limitado por otro), se ve en pugna con una mirada histórica sobre las sexualidades y los géneros de parte de los credos cristianos (que tiene sus propias normas y están protegidos por los anteriores derechos también). Ese es la marco jurídico de las trayectorias de las que he vengo a hablar, que tienen implicaciones como que cualquier ciudadano cristiano cuya sexualidad no sea aprobada por su credo quedara en un limbo interinstitucional, porque no podrá ejercer su credo por la restricciones que este le impone y la libertad que este tiene de ser, consagrados en los derechos ya mencionados. Pero pudiendo renunciar a su credo ¿por que permanece en este?

El por que permanece en su credo tiene que ver con algo ya propuesto por los estudios religiosos, la religiosidad de las personas es una búsqueda de sentido de vida, de significado, de explicación, de control sobre las llamadas “fuerzas de la naturaleza”, sobre la vida y la muerte, de auto reconocimiento y explicación propia, pero también parece satisfacer un ámbito significativo que para muchos de nosotros existe como un hecho real, tan real como consideramos a nuestras deidades, seres sobrenaturales o energías y fuerzas, que para un antropólogo no dejaran de ser desde la academia las mas interesantes representaciones.

Pero para la mayoría de creyentes no lo son, desde esta perspectiva el creyente homoerótico comienza una serie de prácticas vinculadas a la visibilización (como develarse ante la congregación a la que pertenece o incentivar grupos y asociaciones particulares); reivindicación de la sexualidad y el género desde la reinterpretación de textos y teorías (a través de la producción de conocimiento sobre textos bíblicos, sobre la relación con Dios, sobre la Iglesia, etc.). La construcción de mitos sobre lo religioso y sus agentes, la generalización de prácticas condenadas socialmente, o las propias condenadas por la institución como representativas de lo que se quiere ocultar o de la contradicción moral.

También se ejerce la deconstrucción y apropiación subjetiva de prácticas (como la generación de sincretismos religiosos, la participación en uno u otro rito, la recreación de rituales y significados de estos), reinterpretación histórica (del papel de las instituciones, lo textos, su vida, etc.); secularización y abandono progresivo de la confianza o fidelidad en las instituciones y hasta la creencia (manifiesto en el rechazo, la desconfianza y el escepticismo sobre la congregación o sus lideres). El recorrido a través de estas haciendo uso del mercado de creencias y prácticas actuales (es decir, una persona ha recorrido mas de una congregación cristiana, no siempre ligadas por una denominación, a veces tampoco por unas pautas rituales y hasta pasa a otros sistemas de creencias sin necesariamente quedarse en ellos).

Desde la mirada de un creyente la cuestión no es solo de derechos sino implica inclusión social (puesto que el ser estigmatizado causa la salida de las redes sociales en las que él es hábil, desaprovechamiento o perdida de conocimientos y habilidades que tienen un uso preferencial o único en estos espacios). Pueden ser privados de vínculos afectivos no solo con su congregación, sino consigo y con Dios, se da también la perdida de núcleos, como los parentales, de pares, profesionales, etc. Así es imposible no entender por que se prefiere recurrir a todas las prácticas mencionadas ya anteriormente.

Principales Problemas

Históricamente los sistemas de creencias cristianos son constituidos y desarrollados dentro de grupos humanos arraigados en Sistemas heterosexuales en donde las sociedades patriarcales y machistas apropian la labor de la mujer, esta es cosificada y desprovista de derechos, sus deberes giran entorno a la maternidad, la crianza, subordinándolas al poder concentrado en el hombre. Esto hereda al cristianismo (como mínimo una profunda heteronormatividad), que principalmente refuerza el valor del vientre o la subordinación de la iglesia como entidad femenina frente a una deidad masculina que puede ser el Cristo o el Dios.

La coerción de la sexualidad dentro de los discursos históricos de las instituciones y prácticas cristianas, es más que evidente con solo mirar las tempranas disertaciones sobre el tema por parte de personajes como San Pablo, Clemente de Alejandría (S.III) y otros, quienes tempranamente definen los actos homoeróticos como practicas no cristianas. Le dan un tinte reproduccioncita como ideal a la sexualidad y aun llegan a proscribir otras manifestaciones sexuales basados en “la desconfianza al placer por obcecar la razón y la reprobación de los actos sexuales que no sean para la procreación”, en donde la división cuerpo y alma (terrenal-espiritual) enmarca la imposibilidad del cuerpo de ser espiritual y si ser producto de las “más bajas pasiones”, así son proscriptas muchas prácticas heteroeróticas como homoeróticas.

Esto nos lleva aun problema importante, la mirada idealizada de un hecho biológico como es la reproducción en nuestra especie, valorada como siempre positiva y como cumbre de un proceso evolutivo, es convertida por las prácticas, producciones de conocimiento y lugares de poder en la principal excusa para basar la transmisión de valores sociales, dentro de discursos que reafirmen como mínimo la heteronormatividad a la hora de definir instituciones como: la familia o la pareja, o el lugar del cuerpo de la mujer sobre lo que debe ser o hacer. La reproducción no tiene en si ningún valor moral o ético, como mecanismo de supervivencia de las especies puede implicar el éxito o fracaso de las mismas y es dependiente de otras variables.

Pero si es cierto que la reproducción es valorada ética o moralmente por las sociedades tanto como la sexualidad o cualquier práctica humana (esto según cada grupo humano, institución o cultura), en el credo cristiano esto conllevo a la naturalización de la heterosexualidad a partir de las experiencias de grupos humanos particulares; la interpretación de textos y producción de conocimiento derivada de estos; una mirada cosmogónica y explicación esencialista de los orígenes desde una reconocida dicotomía de género, que promueve y reafirma el lugar del hombre dentro de estos sistemas heterosexuales; es así como la heterosexualidad es considerada un producto natural y dicotómico ( al ser creados así por la deidad)

No olvidemos que las dicotomías serán una importante manera de construir otredad, alteridad, de reconocerme a mi mismo y reconocer lo que no soy, asignándolo a espacios como lo prohibido, los otros sujetos o los otros grupos humanos. Esto conlleva a que en el marco de una competencia de sistemas de creencias y la necesidad de fundamentar y solidificar un discurso, se de el desprestigio de prácticas y ejercicios de la sexualidad o el género, especialmente en grupos humanos contemporáneos a quienes se llamaban así mismos judíos o cristianos, dado que se ligan unas prácticas sociales como inherentes al sistema de creencias.

Sin embargo el pensamiento humano, su producción de conocimiento, los movimientos sociales y la construcción de sistemas de poder mundial que dicen enarbolar libertades y derechos han logrado deconstruir visiones del mundo de forma continua, aun en el pensamiento cristiano.
Dentro de los productos que esto genera se encuentra un doble discurso que se propone a muchos niveles dentro de las instituciones que ostentan este poder pastoral. Para el tema que nos atañe es evidente en la mirada que los credos cristianos puedan tener al diferenciar al sujeto de su práctica homosexual, sea esta ultima representada como pecado, opresión, persecución, posesión, enfermedad, etc., en donde el sujeto es redimible al diferenciar el ser y hacer del mismo, el ser y el sentir, siendo aceptado o vinculado bajo este criterio.

Preocupaciones

Para concluir debo decir que a la fecha he identificado ciertas circunstancias que me son preocupantes, que para mí serán elementos decisorios en la reivindicación de un cristiano en su credo por lo menos para Colombia, especialmente para la ciudad de Bogotá, tales como:
La arraigada “teofobia” en el sector LGBT, evidente en un discurso que no ha pensado la relación iglesia-estado mas allá de esta dicotomía; pero que encuentra un motivo en esta discriminación histórica, persecución y hasta eliminación del sujeto homoerótico; o en Colombia es agravada por la injerencia de las instituciones religiosas en el continúo truncar de normas que reconozcan la ciudadanía del sector LGBT.

También la imposibilidad en las congregaciones de asumir al Cristiano LGBT, no solo como uno de sus más significativos miembros puesto que estos rápidamente alcanzan cargos significativos o los ocupan en sus congregaciones, sino de admitir de manera publica que estos sujetos hacen parte de sus filas de manera exitosa, al estar atrapados en su propio discurso.

La carencia de un movimiento cristiano dentro de la comunidad LGBT solido como en otros países y el peligro de que este se pierda intentando resolver diferencias teológicas o rituales, antes que crear una agenda conjunta desde una mirada incluyente de la sexualidad y el género.
La carencia de un verdadero conocimiento sobre teoría de género y diversidad sexual evidente en formaciones discursivas heteronormativas del sector LGBT, que acarreara y determinara, que este reproduzca algunas relaciones que los mantendrán segregados por lo menos de las instituciones cristianas que reafirman modelos únicos de familia, pareja, moralidad, etc., y que hacen parte de la cosmogonía misma desde la cual se proponen discursos excluyente de lo LGBT.

He hablado de cristianismos porque a al fecha es con y lo que he estudiado, pero muchas de estas dinámicas pueden igualmente operar en otras religiosidades, en otras espiritualidades, sin embargo el reto será abordar estas temáticas que no son de interés para muchos académicos. Igualmente estos académicos pueden tener como marco compromisos sociales que redunden en lo “teofobico” u “homolesbitransfobico”, reiterando estudios que continúen la discriminación histórica sobre la homoerótica y el género dentro de la humanidad; como sea este es mi reto y mi aporte a este proceso. Muchas Gracias.[1]



BIBLIOGRAFÍA

Bazán, Osvaldo 2004 Historia de la homosexualidad en la Argentina: de la conquista de América al siglo XXI Marea, ISBN 987211093X, 9789872110932

Caffarra, Carlo 1991 Sexualidad a la luz de la Antropología y de la Biblia Ediciones ISBN 8432127078, 9788432127076

Foucault , Michel . 1966 Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas

Foucault , Michel. 1969 La arqueología del saber
Foucault , Michel. 1976 Historia de la sexualidad, 1: La voluntad de saber
Foucault , Michel 1984 Historia de la sexualidad, 2: El uso de los placeres
Foucault , Michel 1984Historia de la sexualidad, 3: La inquietud de sí
Veyne Paul. La Homosexualidad en Roma, en Sexualidades Occidentales. Ph. Aries, A. Béjin, M. Foucault y Otros. Editions du Seuil, París. 1982. P.p. (23-24)
Campdell, Joseph. Las Mascaras de Dios: Mitología Occidental. Versión Española de Isabel Cardona. Alianza Editorial S.A. Madrid 1992
Rich, Adrienne. 1999 La Heterosexualidad Obligatoria y la Existencia Lesbiana. En, Marysa Navarro y Catherine R. Stimpson ¿Qué son los Estudios sobre Mujeres? Fondo de Cultura Economica. Buenos Aires.. Pág. 159-211
Beltrán C. William Mauricio. 2006 Pentecostales y Neopentecostales: Lógicas de Mercado y Consumo Cultural. Cuadernos de Trabajo del GESREC 4. Bogotá. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Humanas
GOFFMAN, ERVING. Relaciones en Público.
Tejeiro, Clemencia, Sanabria Fabián, Beltrán William M. 2007. Creer y Poder Hoy. Cátedra Manuel Ancízar. Universidad Nacional de Colombia Facultad de Ciencias Humanas. Bogotá
ENLACES
SUICIDIOS RELIGIOSOS http://lacasadeladudad.blogspot.com/2005/09/suicidios-colectivos-rituales.html CONSULTADO EL 28 DE MAYO
SUICIDIOS RELIGIOSOS http://www.sectas.org/Articulos/catolicas/uganda.htm CONSULTADO EL 21 DE MAYO
PLAN MAESTRO DE CULTO
http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur/normas/Norma1.jsp?i=21057 CONSULTADO EL 18 DE MAYO
http://www.samuelalcalde.com/index.php?option=com_content&view=article&id=3370%3Aiglesias&Itemid=82 CONSULTADO EL 30 DE MAYO

Congregación para la doctrina de la fe. Carta de la Congregación Vaticana sobre la doctrina de la fe sobre la atención pastoral de los homosexuales. Roma. http://www.encuentra.com/articulos.php?id_sec=57&id_art=4844&id_ejemplar=0



[1] Alguna de la bibliografía básica es citada pero para mayor información recomiendo ir a mi blog en donde la bibliografía de mi proyecto es citada en su totalidad.
http://josue3475.blogspot.com/

IMAGEN POR: LUIS CAMILO LABORDE BRUJES

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