miércoles, 30 de noviembre de 2011

IGLESIA SANA LA HETEROSEXUALIDAD

Sorprendente hallazgo de iglesia gay hace temblar al mundo, los heterosexuales pueden ser sanados de su heterosexualidad, según explican, por “obra del Espíritu Santo”.

La terapia es llamada “Terapia de Redención” y aseguran que puede curar la heterosexualidad; los miembros de la iglesia han defendido que quieren "ayudar a los hombres y mujeres cristianos a salir de la heterosexualidad… “tenga en cuenta cuánto dolor les produce a diario estar demostrando su hombría y no poder expresar sus emociones, cuanta vanidad ha arrastrado a estas pobres chicas a cirugías estéticas, maquillajes que envejecen, anorexia y bulimia por complacer a estos hombres que les exigen ser <>, la esclavitud de ellas siendo madres y empleadas, la incapacidad de muchos padres que no pueden dejar de ser machos ni siquiera para transmitir afecto a sus hijos…”

Esta terapia es vista como una oportunidad para que muchas personas abandonen el sufrimiento que les ha ocasionado ser heterosexuales, es decir, tener que cumplir con roles impuestos para que otros sean felices, el camino propuesto por esta congregación es el de permitir que Dios por medio de su Espíritu Santo descubra la naturaleza de tus deseos, permitiendo que en ti fluyan sin coerción.

¿Pero como lo hacen?

“Con oración y ayuno. Durante siete días las personas se encierran en una habitación con la biblia y empiezan a reflexionar sobre su relación con su padre, su madre, su educación y momentos que empiezan a revelarse donde ven como diferentes personas, grupos y medios les cohibían de expresar su sexualidad y les obligaban a ser heterosexuales.”

¿Pero la biblia condena la heterosexualidad?

“La vocación de los seres humanos en general es la castidad, pero bien lo dice: <> es licito casarse, Jesús no está en contra de ninguna opción de vida pero es claro que esas cosas son de este mundo y no de su reino. Quien descubre eso, da el paso para sanar su heterosexualidad”

¿Creen entonces en la castidad?

“Claro es un don dado a quien lo pide. Los heterosexuales así se abren a nuevas dimensiones de salvación, pues la castidad gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. La explotación de la sexualidad por sí misma y sobre todo, con el único fin de conseguir la satisfacción sexual, es funesta, tanto para la vida individual como colectiva y eso lo vemos a diario cuando salen estos anuncios de productos hechos para hombres con mujeres semidesnudas, o cuando se les venden a las mujeres para cultivar la vanidad que les permita atraer a un hombre…”

¿Creen entonces que hay personas que atentan contra la castidad?

“Los pornócratas, para defender su negocio, dicen que la castidad ha dejado de ser virtud y nos presentan la heterosexualidad como cosa normal, por encima de todas las palabras de los hombres está la ley de Dios que nos señala lo que es bueno y lo que es malo… Apoyándonos en la Sagrada Escritura que la presenta como depravaciones graves, la Tradición ha declarado siempre que <>. Son contrarios a la ley. No proceden de una verdadera complementariedad afectiva y sexual porque suponen una desigualdad autentica entre el hombre y la mujer. No pueden recibir aprobación en ningún caso.”

¿Y entonces cual es su actitud hacia los heterosexuales?

“Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias heterosexuales instintivas. No eligen su condición heterosexual; ésta constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición.”

¿Qué es eso, que llaman Tendencia heterosexual?

“Se subrayaba el deber de tratar de comprender la condición heterosexual y se observaba cómo la culpabilidad de los actos heterosexuales debía ser juzgada con prudencia. Al mismo tiempo nuestra comunidad tiene en cuenta la distinción comúnmente hecha entre condición o tendencia heterosexual y actos heterosexuales. Estos últimos eran descritos como actos que están privados de su finalidad esencial e indispensable, como "intrínsecamente desordenados" y que en ningún caso pueden recibir aprobación”

¿Entonces la condición heterosexual es buena?

“Ante su pregunta es necesario precisar, por el contrario, que la particular inclinación de la persona heterosexual, aunque en si no sea pecado, constituye sin embargo una tendencia, más o menos fuerte, hacia un comportamiento intrínsecamente malo desde el punto de vista moral. Por este motivo la inclinación misma debe ser considerada como objetivamente desordenada.”

¿Por qué desordenada, no entiendo?

“Es claro que al leer el génesis en el capítulo 3, versículos 16 al 19, vemos como la relación entre el hombre y la mujer fue destruida (por lo menos la que se propone en el capítulo 2, la de unos seres semejantes que en la unidad encuentran ser una sola carne), esa falta trajo dolor y dominación a la mujer, maldición a la tierra y trabajo duro al hombre. Pero tanto en los evangelios como en las cartas es claro que esta relación es una cosa de este mundo, pero nosotr@s ya no somos del mundo pues por la muerte de Cristo hemos sido redimidos ¿Por qué aferrarnos a la heterosexualidad?...”

“La actividad heterosexual no expresa una unión complementaria y por lo tanto contradice la vocación a una existencia vivida en esa forma de auto-donación que, según el Evangelio, es la esencia misma de la vida cristiana. Esto no significa que las personas heterosexuales no sean a menudo generosas y no se donen a sí mismas, pero cuando se empeñan en una actividad heterosexual refuerzan dentro de ellas una inclinación sexual desordenada, en sí misma, caracterizada por la auto-complacencia, sumisión y empoderamiento de unos seres humanos por otros.”

¿Y que deben hacer las personas heterosexuales?

“Las personas heterosexuales están llamadas a la castidad. Mediante virtudes de dominio de sí mismo que eduquen la libertad interior, y a veces mediante el apoyo de una amistad desinteresada, de la oración y la gracia sacramental, pueden y deben acercarse gradual y resueltamente a la perfección cristiana.”

¿Pero esto no es una forma de discriminar a los heterosexuales?

“Una de las tácticas utilizadas es la de afirmar, en tono de protesta, que cualquier crítica o reserva en relación con las personas heterosexuales, con su actividad y con su estilo de vida, constituye simplemente una forma de injusta discriminación. En algunas naciones se realiza, por consiguiente, un verdadero y propio tentativo de manipular conquistando el apoyo de sus Pastores, frecuentemente de buena fe, en el esfuerzo de cambiar las normas de la legislación civil. El fin de tal acción consiste en conformar esta legislación con la concepción propia de estos grupos de presión, para quienes la heterosexualidad es, si no totalmente buena, al menos una realidad perfectamente inocua. Aunque la práctica de la heterosexualidad amenace seriamente la vida y el bienestar de un gran número de personas, los partidarios de esta tendencia no desisten de sus acciones y se niegan a tomar en consideración las proporciones del riesgo allí implicado.

Algunos de los que se sienten atraídos hacia las personas de diferente sexo se han sentido rechazados porque los miembros de la Iglesia no siempre demostraron amor. Ningún miembro de la Iglesia debiera ser nunca intolerante. Si usted muestra amor y bondad hacia los demás, les da la oportunidad de cambiar de actitud y de seguir a Cristo más íntegramente.”

¿Y qué hay de las acciones violentas que sufren los heterosexuales por ser heterosexuales?

“Es de deplorar con firmeza que las personas heterosexuales hayan sido y sean todavía objeto de expresiones malévolas y de acciones violentas. Tales comportamientos merecen la condena de los Pastores de la Iglesia, dondequiera que se verifiquen. Revelan una falta de respeto por los demás, que lesiona unos principios elementales sobre los que se basa una sana convivencia civil. La dignidad propia de toda persona siempre debe ser respetada en las palabras, en las acciones y en las legislaciones.

Sin embargo, la justa reacción a las injusticias cometidas contra las personas heterosexuales de ningún modo puede llevar a la afirmación de que la condición heterosexual no sea desordenada. Cuando tal afirmación se acoge y, por consiguiente, la actividad heterosexual se acepta como buena, o también cuando se introduce una legislación civil para proteger un comportamiento al cual nadie puede reivindicar derecho alguno, ni la Iglesia, ni la sociedad en su conjunto debería luego sorprenderse de que también ganen terreno otras opiniones y prácticas desviadas y aumenten los comportamientos irracionales y violentos.”

¿Qué debe hacer entonces una persona heterosexual que busca seguir al Señor?

“Sustancialmente, estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, uniendo al sacrificio de la cruz del Señor todo sufrimiento y dificultad que puedan experimentar a causa de su condición. Para el creyente la cruz es un sacrificio fructuoso, puesto que de esa muerte provienen la vida y la redención. Aun si toda invitación a llevar la cruz o a entender de este modo el sufrimiento del cristiano será presumiblemente objeto de mofa por parte de algunos, se deberá recordar que ésta es la vía de la salvación para todos aquellos que son seguidores de Cristo.

Esto no es otra cosa, en realidad, que la enseñanza del apóstol Pablo a los Gálatas, cuando dice que el Espíritu produce en la vida del creyente: "amor, gozo, paz, paciencia, benevolencia, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio de sí", y aún más: "No podéis pertenecer a Cristo sin crucificar la carne con sus pasiones y sus deseos" (Gál 5, 22, 24).

Esta invitación, sin embargo, se interpreta mal cuando se la considera solamente como un inútil esfuerzo de auto-renuncia. La cruz constituye ciertamente una renuncia de sí, pero en el abandono a la voluntad de aquel Dios que de la muerte hace brotar la vida y capacita a aquellos que ponen su confianza en El para que puedan practicar la virtud en cambio del vicio.

El Misterio Pascual se celebra verdaderamente sólo si se deja que empape el tejido de la vida cotidiana. Rechazar el sacrificio de la propia voluntad en la obediencia a la voluntad del Señor constituye de hecho poner un obstáculo a la salvación. Así como la Cruz es el centro de la manifestación del amor redentor de Dios por nosotros en Jesús, así la conformidad de la auto-renuncia de los hombres y de las mujeres heterosexuales con el sacrificio del Señor constituirá para ellos una fuente de auto-donación que los salvará de una forma de vida que amenaza continuamente con destruirlos.

Las personas heterosexuales, como los demás cristianos, están llamadas a vivir la castidad. Si se dedican con asiduidad a comprender la naturaleza de la llamada personal de Dios respecto a ellas, estarán en condición de celebrar más fielmente el sacramento de la Penitencia y de recibir la gracia del Señor, que se ofrece generosamente en este sacramento para poderse convertir más plenamente caminando en el seguimiento de Cristo.”

¿Y qué otras cosas le puede decir a una persona heterosexual?

“Usted es un hijo o una hija de Dios, y de todo corazón le tendemos una mano de amistad y afecto. A pesar de la atracción que actualmente siente hacia las personas de diferente sexo, usted puede ser feliz en esta vida, llevar una vida moralmente limpia, brindar servicio valioso en la Iglesia, disfrutar de hermandad plena con los demás santos y, finalmente, recibir todas las bendiciones de la vida eterna.

En efecto, Dios ama a todos Sus hijos. Una de esas influencias adversas es el obsesionarse o concentrarse en pensamientos y sentimientos relacionados con la atracción hacia personas de diferente sexo. De nada sirve hacer alarde de tendencias heterosexuales ni convertirlas en el centro de comentarios y conversaciones innecesarias. Es preferible tener como amistades a aquellas personas que no exhiban públicamente sus sentimientos heterosexuales.

Es natural y deseable relacionarse con personas de diferente sexo, siempre y cuando usted establezca límites prudentes para evitar cualquier dependencia emocional impropia y poco saludable que, a la larga, podría resultar en la intimidad física y sexual. Existe un riesgo moral si se tiene una estrecha relación con un amigo de diferente sexo ya que podría conducir a vicios que el Señor ha condenado. Las relaciones más importantes son aquellas que tenemos con nuestra propia familia puesto que nuestros lazos con ella pueden ser eternos.”

¿Y todos sus ministros trabajan convencidos de esto?

“Es admirable la particular solicitud y la buena voluntad que demuestran muchos en la atención pastoral a las personas heterosexuales, y se espera que no disminuya. Estos celosos ministros deben tener la certeza de que están cumpliendo fielmente la voluntad del Señor cuando estimulan a la persona heterosexual a conducir una vida casta y le recuerdan la dignidad incomparable que Dios le ha dado también a ella. Ningún programa pastoral auténtico podrá incluir organizaciones en las que se asocien entre sí personas heterosexuales, sin que se establezca claramente que la actividad heterosexual es inmoral. Una actitud verdaderamente pastoral comprenderá la necesidad de evitar las ocasiones próximas de pecado a las personas heterosexuales.”

Muy interesante eso pero debo ahondar más en su terapia ¿Por qué sanar la relación con sus padres sirve para sanar la heterosexualidad?

“Muchas veces nuestro padres nos gritaban o presionaban con frases como sea hombre, sea macho, nos decían además que eso dependía de tener muchas mujeres, de ser un semental… en el caso de las mujeres, se les decía que tenían que aprender a cocinar, limpiar, ser buenas madres para que sus esposos las quisieran, que tenían que complacer a los hombres aun por sobre sus necesidades, ellas son todo lo que los hombres desean… es un tiempo para reconocer las consecuencias destructivas del abuso de la intimidad sexual, incluyendo pero no limitado a, la fornicación, el incesto, la pornografía, la heterosexualidad, el adulterio y la inmoralidad sexual. Sin embargo, también afirmamos que el Evangelio proclama la liberación de todo pecado, incluyendo el pecado sexual. En reconocimiento de la ruptura sexual que existe dentro de la comunidad eclesial y también en el reconocimiento de la fuerza redentora de Jesucristo, estamos comprometidos a ayudar a equipar a la iglesia a ser una comunidad sanadora, al proclamar su poder transformador y la aplicación centrada en Cristo de los ministerios de redención.

La segunda parte de la terapia será el acompañamiento pastoral a través de grupos exhetero para atender a aquellos que luchan con la heterosexualidad, para enseñar por el cuerpo de Cristo la forma de apoyar y atender a aquellos que buscan salir de la heterosexualidad.

Además está el apoyo de nuestros pastores cuya misión es educar y equipar a la iglesia para ministrar la gracia transformadora y el poder de Jesucristo a aquellos en conflicto con su sexualidad”

¿Entonces es por eso que las personas sanan su heterosexualidad?

“¡Claro, son liberadas de las cargas de ser lo que les han impuesto desde su infancia y todo gracias al Espíritu Santo! A pesar de que en principio solo queríamos la disminución de los pensamientos y comportamientos heterosexuales recibimos una hermosísima gracia, la sanación de la heterosexualidad.

Así creemos firmemente que Jesús, a través de sus interacciones con la mujer sorprendida en adulterio (Jn 8), siempre a la Iglesia con un modelo de respuesta al pecado sexual. Imagine la escena: la enseñanza de Jesús en el templo, el público escucha con atención, con corazones dispuestos. De repente, los maestros de la ley de entrometerse en su estudio. Arrastran a una mujer, desnuda, a los que acabáis de pescar en el acto de adulterio. Su pregunta a Jesús, <>

¿Te imaginas? Desnudos, expuestos frente a los líderes religiosos, a los extraños y amigos por igual, y el propio Mesías? La respuesta de Jesús fue algo inesperado por todos, y, probablemente, sobre todo por la mujer. En silencio, comenzó a escribir en la tierra. Los fariseos seguían exigiendo un veredicto. Finalmente, habló. <>. Y, a continuación, siguió escribiendo en la arena. Sospecho que estaba compilando una lista, una larga lista de los pecados, muchas de ellas sexuales, que ella sí mismos acusadores habían cometido durante toda su vida. Ninguno de ellos podía condenar a la mujer. Todos se fueron en silencio, hasta que sólo Jesús y la mujer se quedaron. En este momento, Jesús se levantó, la miró a los ojos y dijo: <>

La historia habla por sí mismo. La Iglesia no está llamada a condenar. La Iglesia no está llamada a humillar o fomentar la vergüenza. Tampoco lo es la Iglesia a comprometer las normas bíblicas. La Iglesia debe responder con el arrepentimiento y el perdón de sus pecados y los pecados de otros. La Iglesia debe seguir para exhortar a la gente a vivir vidas santas. Y, la Iglesia tiene que ofrecer el perdón y la restauración a cualquier persona, sin importar lo horrible que podríamos considerar el pecado. La restauración es un regalo para todos.”

Bueno, no tenemos más tiempo por ahora pero esperamos tener tiempo para ahondar sobre su terapia y los logros de la misma, ha sido un gusto tenerlo aquí Monseñor Pietro Alessandro, y esperaremos nuevas noticias suyas.

Entrevista hecha el 31 de Abril del 2010 (No olvides mirar nuestro vídeo)

(Obra Ficcional)

Josue3475 Xue Eclisse



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