Evangelio
según San Mateo 5,43-48.
“Ustedes
han oído que se dijo: «Amarás a tu prójimo y no harás amistad con tu enemigo.» Pero
yo les digo: Amen a sus enemigos y recen por sus perseguidores, para que así
sean hijos de su Padre que está en los Cielos. Porque él hace brillar su sol
sobre malos y buenos, y envía la lluvia sobre justos y pecadores.
Si
ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué mérito tiene? También los
cobradores de impuestos lo hacen. Y si saludan sólo a sus amigos, ¿qué tiene de
especial? También los paganos se comportan así.
Por
su parte, sean ustedes perfectos como es perfecto el Padre de ustedes que está
en el Cielo.”
Me
imagine mi vida y mi corazón como una casa, donde me preguntaba ¿Hasta dónde dejaría
que la recorrieran, hasta donde les dejaría pasar a mis invitad@s? ¿Hasta dónde
dejo llegar a Dios? Pero también me pregunte: ¿Hasta dónde llegaran los que no
amo? Lo primero que me di cuenta es que ya tienen un lugar en mi corazón, que a
ell@s les tengo prisioneros.
Y
descubrí que mi corazón está lleno de cuartos cerrados a un@s y otr@s, en
algunos se escuchan prisioner@s, en otros, cuando voy a mirar lo que hay
adentro… encuentro viejos rencores habitando junto con otras poco bellas
criaturas.
Y
me pregunto: -Creo que en estos cuartos cerrados, habitados por estas criaturas
detestables ¿Habita Dios?-, los lugares habitados por Dios son bellos, no como
la fatua noción de belleza humana, bellos de belleza cándida, de aquel o
aquella que brilla por lo que es, bello de belleza divina, bello de resplandor luminiscente.
Pero así no son esos cuartos cerrados.
Pero
no creas que muchos de esos cuartos fueron hechos a propósito, a pesar de que
algunos tiene toda la intención de guardar un estúpido rencor para no ser
herido nuevamente, la mayoría han nacido sin darnos cuenta de las traiciones
reiteradas, las desilusiones y toda una serie de situaciones que no sanamos
muchas veces.
Es
como si las personas no solo dejaran un casillero en nuestras vidas, sino como
si tuviéramos un espacio de parqueo que no siempre tiene un hermoso coche, sino
a veces un cacharro destartalado ocupándolo. Así nuestro corazón se convierte
en un viejo cementerio de autos que nadie recicla.
Y
si no me crees… piensa en la persona que prefieres evitar, en la del dolor que
no desaparece, en la que te cae mal, la que es odiosa contigo, las que te han
hecho daño, la que te trató mal, la que te molestó, es@s que llamas enemigos, es@s
de quienes fuiste amigo… pues tod@s ell@s se han propuesto que tu cargues con
muertos, dolores no sanados y emociones silenciadas. ¿Y que hacer con todo eso?
Si
les dejas ahí, con el tiempo la mansión de tu corazón va a parecer casa
embrujada o si las acolitas serán verdaderos castillos de terror, llenos de mazmorras,
fríos y fantasmales, con telarañas recogiendo polvo y animales desagradables
que ya no habitan los jardines marchitos sino adentro.
Tú
no eres una casa abandonada, porque en ti quiere habitar el Rey de reyes, así
que aférrate al único remedio, ora por quienes te persiguen, te oprimen o han
dañado, por sus vidas alaba a Dios, pide lo mejor para ellos de parte de tu
Padre-Madre celestial, adora a Dios mientras entregas estos dolores, alaba a
Dios por sus vidas, no dejes de pedir que Dios obre en ell@s su voluntad.
Y
no es fácil, en cuanto los veas querrá arder un fuego interno, una ira que ni
siendo santa es buena, querrás que tus oraciones tomen venganza y tu dios los
parta con un rayo, combate, así te cueste no dejes de imaginar las muchas cosas
buenas que Dios a esta persona regala, bendice a esa persona, alaba a Dios por
su vida y da gracias por lo dado a ella con todo tu corazón.
Si,
pide su redención pero se abierto, no lo hagas a tu manera sino que sea a la manera
de Dios, así creas tener toda la razón porque te sabes la Biblia del derecho al
revés, se humilde y ante Dios reconoce que solo él sabe cómo hacerle feliz y
darle paz a esa persona. Deja su realización personal en manos de Dios.
Esto
será mil veces más difícil para quien es discriminado, pero es más decadente
dejar que estas personas te envilezcan con su hacer, es más patético seguir
cargando con ell@s como si fuera el gran Marajá, ocupando un lugar de tu mente y corazón en
vano, tenerlos ahí no sirve sino para desperdiciar nuestra energía en ellos…
Pero
la razón más importante, es que la bella persona que eres, la que ve
Jesucristo, jamás podrá ser parida al mundo por el Dios de la vida si tu no le
abres el corazón, y no le abriras el corazón mientras tengas cuartos cerrados.
Mateo 6, 14-15
¿Cuáles son tus cuartos cerrados aún?
Josue3475 Xue Eclisse
José
Ramiro Velásquez Guavita
No hay comentarios:
Publicar un comentario