Hace poco reflexionaba sobre la importancia de lo que nos vincula a Dios
¿el miedo a un apocalipsis? ¿El infierno? ¿Promesas de días mejores? ¿Un cielo?
Para comenzar no está mal, si somos niños, niñas o niñes en la fe, pero después
de comprender todo lo que puede llegar a entender un cristiano en su relación
con Dios, es necesario avanzar, sentir a Dios como el aire que respiras, como
la brisa que te toca, como la luz que te ilumina y podría seguir intentando
explicarlo con otras metáforas pero será en vano, quizás una última, es como
cuando en una piscina todo el agua te rodea y te mueves en ella como si algo primitivo te
llamara a estar ahí, como si tu mente allí pudiera soltarse de todo. Pero quizás
está tampoco sea la adultez espiritual…
Las instituciones se vuelven banales, al final están conformadas por seres humanos, pero en nuestra vida por eso mismo tienen un peso desgarrador, no puedes evitar sentir como tus imaginarios, tu espiritualidad y tu cercanía con Dios se ve fracturada por discursos de odio asolapados y directos, por la violencia con que una mirada quiere arrancarte tu dignidad, el cristianismo ideal es maravilloso, seguirlo exige un gran costo, lograrlo en ambientes de odio mucho más y no es un camino fácil porque exige mucho a quien lo profesa, en ese sentido no conozco a nadie, ni yo mismo, que este más allá de lo que sería un bebe gateando, pero eso no nos hace menos responsables de lo que dejamos en el mundo. Y ahora te pregunto ¿qué quieres dejar? ¿Dejaras un mundo manchado de sangre de todas aquellas personas que son diferentes para ti? O realmente ¿abrirás tu corazón a las personas que son diferentes a ti?
No quiero alargarme más, solo dejare esto:
Tus almas de color ya están llorando, les atormentan
quienes dicen amarte
sus cuerpos ensangrentados reposan en pavimentos, caños y
otros lugares
no corren suficientes lagrimas porque muchxs han sido
abandonados,
abandonadas y abandonades, sus familias justifican su
odio en creencias tradicionales
les ponen sobrenombres para cosificarlos, para que
saliendo del almacén
la niña pueda buralrse de los jotos, para que mañana a
cuchilladas
y tiros mueran, son almas tristes para ellos, perdidas de
la mano de “dios”
pero para Vos, somos esas joyas que botaron en el fango
y tú quieres rescatar, por eso dejo esas almas en tus
manos
acogelas Señor, con ese abrazo grande que demuestras que
solo tú
puedes dar, bendiciones a quienes han partido y a quienes
se irán.
Jose Ramiro Guavita Velásquez
Josue3475
26-06-2025
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